domingo, enero 29, 2006

Salvo una breve referencia de "Clarín", entre los comentarios periodísticos acerca del robo de cajas de seguridad en la sucursal Acassuso del Banco Río, con la fuga a través de un túnel conectado a los desagües pluviales, no he visto muchas alusiones al robo gemelo perpetrado del 16 al 19 de julio de 1976, en la sucursal del Banco Societé Générale de Niza, por una banda capitaneada por Albert Spaggiari. Fue un trabajo de dos meses, con un túnel excavado desde las cloacas, que llevó a la banda a las cajas para operar allí en el feriado largo del 16 al 19 de julio (mientras afuera cantaban la Marsellesa). Robaron -se calcula- el equivalente de 24 millones de euros, botín mayor que el del robo al tren correo en Inglaterra. Spaggiari, un tipo muy interesante, sagitariano, era un ex para que había combatido en Indochina, enrolado en la legón Extranjera y que, luego, en Argelia, se incorporó a la OAS y participó de las conspiraciones para ejecutar a De Gaulle. Dejó escrito en las paredes de la bóveda "sin odio, sin violencia, sin armas". La policía lo detuvo en su pequeño negocio de fotografía en Niza y, conducido a París, escapó desde un ventanal del Palais de Justice, saltando al techo de un coche estacionado y, de allí, a una moto que lo aguardaba, en una acción que, luego, el cine copió en varias oportunidades. Estuvo refugiado en diversos lugares, entre ellos, se supone con algún fundamento, la Argentina. Parece que entró clandestinamente en algunas oportunidades a Francia, para visitar a su madre. Nunca renunció a sus posturas políticas "incorrrectas". Murió en 1989 en Italia, y sus restos fueron repatriados y descansan hoy en su pueblo, en el Var. De su libro "El Gran Robo de Niza" se hizo una película. Luego publicó una nueva versión bajo el título "Les Égouts du Paradis", juego de palabras ya que égout es cloaca, pero su golpe le hizo saborear cierto gustito de paraíso... Como enseñanza para los argentinos, hoy en Niza se hace un recorrido en 4x4 por los égouts que vieron pasar a Spaggiari, el gentleman cambrioleur, su banda y sus gomones rebosantes de botín.

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