sábado, noviembre 20, 2010



MOLNAR











Por Alain de Benoist me entero que Thomas Molnar murió en Richmond (Virginia) el 20 de julio pasado. Conocí a Molnar en Buenos Aires (en alguna ocasión le oficié de traductor), luego lo traté en Nueva York, donde era profesor de la City University y con Roberto Raffaelli le hicimos un largo reportaje que publicó "La Nueva Provincia". Molnar, húngaro de Budapest, estaba decididamente exiliado en los EE.UU., con todas las notas del destierro. Nunca logró adaptarse al mundo norteamericano y a lo que advertía como su puritanismo de base, que obligaba a su gran política a sobreactuar en hipocresía. Sus publicaciones en los medios conservadores -junto a las de Russell Kirk, por vía de ejemplo- eran seguidas con notable interés. Aquí, en Buenos Aires, tenía también sus lectores fieles y sus artículos eran elogiosamente comentados. A la caída del imperio soviético, volvió a su querida Budapest. Sus libros comenzaron a difundirse in patria, retraducidos a su lengua natal. Partía su vida entre Hungría y Norteamérica, donde finó. Recuerdo las charlas amenas, sus observaciones profundas, su bonhomía. Requiescat, amice.

viernes, noviembre 19, 2010


MAREA DE FERVOR




Una marea de fervor recorre la Argentina: nombrar y renombrar como Néstor Kirchner todas las calles, rincones y copas de leche a la mano. ¡Qué prestigio da morir! ¡Cómo se crece en las encuestas cuando se es finado! Claro que esta fervorosa manía de desnombrar y renombrar nestorianamente crea inconvenientes: por ejemplo, quedaron en Caleta Olivia eliminados los muertos del "Belgrano". Muertos dos veces, podría decirse. Nombrar siempre trae problemas con el gobierno, diputados, ONGs, etc. Hace muchos años, un intendente de un pueblito de San Juan se planteó el problema, cansado de tener que cambiar el nombre de la plaza principal con cada frecuente turno en la gobernación. Decidió, con el voto unánime del Concejo Deliberante, llamarla, de allí en adelante, "Plaza Gobernador Atual". Ah, si todo fuese tan fácil...pero "Muerto Atual" no va. Lo mejor es el sistema que allá por los años 50 del siglo pasado se le ocurrió al nicoleño Manuel Peyrou, gran cuentista hoy olvidado, y gran gorila, como se verá. Propuso que la palabra "calle" fuese reemplazada por la palabra "perón" y la palabra "avenida" por la palabra "perona". Apliquemos esta gorilada a nuestro muerto ilustre y a la no menos ilustre viuda en luna de miel (que, ay, se va acabando). Llamemos de ahora en adelante a las calles "kirchner" y a las avenidas "cristina". "Te espero en la kirchner Perón esquina la cristina Callao". Lástima que Mauri esté -el también- en luna de miel y no lea este blog.
P.S. Una movilización vecinal posterior logró que se devolviera el nombre original al tramo de la costanera en Caleta Olivia que había sido apresuradamente puesto bajo el manto de Néstor. Albricias

viernes, noviembre 12, 2010



LA OTRA LUNA DE MIEL












Cristina demuestra que hay otra luna de miel, la de la viudez, tal vez tanto o más interesante que la primera, ya que se poseen el nombre y los oropeles del finado sin necesidad de tener que soportarlo al flanco. Carpe diem, praeses