martes, junio 10, 2008

EL MÉTODO DEL DISCURSO

En el “Discurso del Método” (1637) don Renato Descartes procuraba encontrar una certeza de base para conducir bien la razón y recuperar la verdad en las ciencias. Esta certeza la alcanza con el método de la duda de todo hasta llegar a a la indiscutible evidencia de sí mismo en el acto de pensar: pienso, entonces existo. En el “Método del Discurso” (2008), doña Cristina Fernández de Kirchner procura encontrar una confusión de base para conducir mejor la apariencia y recuperar la popularidad en las ciencias del marketing político. Esta confusión la alcanza con el método de dudar de todos y de todo lo circundante hasta alcanzar la palmaria evidencia de ella misma y su consorte en el acto de escucharse: digo, entonces hago. No sólo en esta búsqueda del método coinciden Renato y Critina. El primero era licenciado en Derecho por la Universidad de Poitiers y la segunda se recibió de abogada en la Universidad de La Plata, si bien algunos críticos de menor cuantía se empeñan en exigirle atrevidamente que muestre el diploma. Más los une, de modo simbólico, que Renato haya aceptado al fin de sus vida ponerse bajo el amparo de la Reina Cristina. Cristina de Suecia, claro está, la hija de Gustavo Adolfo, llamada la Minerva del Norte por afición a las letras y a las artes, que fue interpretada en el cine –y nuestra Cristina es cinéfila- por Greta Garbo. Allá en la biblioteca real de Estocolmo, la corte en pleno, con la reina a la cabeza, participaba en las charlas del filósofo sobre física y matemáticas, tan exitosas como los recitales de Fito Páez en el Salón Blanco.

José Pablo Feinmann está preparando un opúsculo “Acerca de la Superioridad del Método del Discurso subdesarrollado sobre el Discurso del Método opulento”, en donde sitúa a Descartes en el mismo rango que los pelotudos que escriben blogs. El Método del Discurso, sin lugar a dudas, logrará hacer que la pobreza sea apenas un recuerdo. Y todos nosotros también.-

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