martes, octubre 09, 2018

CÓMO OBTENER 50 MILLONES DE VOTOS CON UN CELULAR










Sin dinero, sin equipo de comunicación -filmó sus últimas aparciones nacionales con celular-, sin tiempo de TV ni radio, sin estructura partidaria, sin empresa ni experto en marketing alguno, sin alianzas partidarias de envergadura y contra todas las encuestas y los medios; como si fuera poco, un atentado político lo elimina de la campaña activa durante las últimas tres semanas, Jair Bolsonaro arrasó con el 46 % de los votos e hizo relucir todo lo que tocó. 

Los candidatos a gobernadores indicados por el líder de la derecha que no eran parte de sus listas (el mínimo partido que aloja al capitán no presentó candidatos de gobierno estadual) ganaron o revirtieron las encuestas al momento de declarar el apoyo a Bolsonaro, quedando primeros para disputar el segundo turno.  

Solamente 8 de los 54 senadores en disputa fueron reelegidos. Las figuras locales del PT fueron derrotados en todo el país. Los políticos que buscaban refugiarse en el “foro privilegiado” de las cámaras fueron expulsados ipso facto

La revolución brasileña entró en las instituciones representativas de la República Nova. 
La canarinha va al segundo turno con 50 millones de votos a su favor.





(Iba a escribir un post sobre el triunfo en las elecciones brasileñas de Jair Bolsonaro, pero preferí transcribir, del blog O Mito (El Mito) -www.bolsomitoamlat.blogspot.com- el breve e incisivo texto anterior. Más allá del personaje Bolsonaro, aflora un  proceso, con manifestaciones sísmicas, que recorrre la sociedad brasileña y encarna en buena parte de su juventud, de hartazgo de la clase política, de la partidocracia sin partidos pero con uniones transitorias  alrededor de personajes exaltados por el marketing; de conformación, bajo el pabellón de "democracia" de un complejo político-empresarial signado por el saqueo de los dineros públicos; de la imposición de lo "correcto"  por parte de minorías del tipo LGBT; de la ruptura con lo profundo, indisponible y trascendente. Populismo reactivo, si se quiere, cuyo surgimiento entre nosotros el kirchnerismo con su ideología de volido corto pero uña rapaz (Cristina puesta bajo la protección del sindicato de ex presidentes beneficiarios en su momento del Foro de São Paulo), el peronismo raciocinante con su búsqueda de centrismo deshidratado y el macrismo (al que el populismo de clase media llevó a la Rosada en 2015) entregado a la cópula entre revolución cultural y cobijo tutelar de los "mercados", ha impedido manifestarse hasta ahora. La llaman "a revolução canarinha". A tener en cuenta).

NB:  "Canarinha" es el apelativo de la camiseta amarilla de la selección brasileña

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