lunes, mayo 14, 2012

SOBRE UNA MULA, UN MARISCAL Y UN JURISTA





Entre los cruces a propósito de la disputa que en la provincia de Buenos Aires se da entre “la Cámpora” y “la Juan Domingo”, un senador y ex intendente calificó así a otra figura pública del distrito: “es como el burro del mariscal de Sajonia, que a pesar de haberlo acompañado durante años de batalla, no aprendió nada de estrategia,…siguió siendo un burro”.

El burro, ya se sabe, era una mula. En el primer capítulo de “Conducción Política”, Perón comenta:  “Hay un caso que se cita mucho en “conducción militar”. Dicen que el mariscal de Sajonia hizo todas sus campañas durante veinte años montado en una misma mula, y que a pesar de haber hecho durante veinte años todas las campañas, la mula no aprendió nada de conducción”. ¿A quién aludía el conductor bajo la figura d ela mula, siendo él el mariscal, obviamente? Dejo la pregunta al inquieto y eventual lector.

Años antes, por los ’30, un gran jurista argentino, Alfredo Colmo escribió una obra publicada póstumamente, titulada “La Justicia”, con reflexiones de carácter permanente.  Refiriéndose a la designación de los magistrados, denuncia los problemas del ascenso por antigüedad, que podría dar lugar –dice- a “la canonización  de los adoquines” y añade: “la mula del mariscal de Sajonia acompañó a éste durante treinta años de continuo guerrear, y no por eso aprendió la menor noción de estrategia. La antigüedad puede ser buena, dentro de ciertos límites, en cargos relativamente inferiores. En los superiores de la magistratura dice bien poco, a menos de restantes condiciones personales más o menos parejas. A nadie se le ocurrirá hacer ministros por antigüedad. Y anteponer ésta a los merecimientos individuales es subalternizar un asunto íntimamente elevado”.

Como siempre, para novedades, los clásicos. Hasta en materia de mulas –y de burros, que son sus antepasados.

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