viernes, octubre 14, 2011

"ES QUE NO HAN CAIDO EN QUE SOMOS POCOS PERO BIEN MONTAOS"



Pequeño sainete rioplatense. El  ex presidente Tabaré Vázquez, platicando en un colegio,  dice que por el asunto de Botnia y el corte por años de un paso internacional, además de ordenar el despliegue de un destacamento del ejército para  cuidar la planta amenazada, requirió se le pusiese negro sobre blanco cómo proceder en la hipótesis de un conflicto armado y, con esas vistas, pidió un guiño favorable de los EE,.UU (Bush, por entonces). Oficialismo y oposición, en el Uruguay, pegan un grito y, aquí, se indignan hasta  los que nunca probaron ese sentimiento. Rafael Bielsa, nuestro ex canciller, tacha al ex presidente uruguayo de patán y zopenco.  Pero da la casualidad que Didier Opertti, el canciller de Batlle, lo embauló por entonces a nuestro eximio Rafael Bielsa, presentándole la información sobre la planta a construir en territorio uruguayo, a orillas del río Uruguay,  junto con otros papeles  en un acuerdo bilateral (marzo de 2004). El lince nuestro los firmó y, más tarde, nuestro propio Congreso lo  ratificó, sin que ninguna de las lumbreras patrias cayera en la cuenta de lo que aceptaba. Es cierto, los orientales puentearon la obligación de informar a la CARU (comisión administradora del río), sobre la construcción, conforme el Estatuto de 1975, pero consiguieron arrancarnos el visto bueno por otro lado: informar era lo que debían, no pedir permiso. Esos alcornoques, esos catetos, esos rústicos de campanario y termo en el sobaco. Puede ser que un ex presidente no deba, en principio,  hablar de hipótesis de conflicto que son ya agua pasada: es cierto. Pero un presidente -y me refiero al Eternéstor, que en gloria esté- en medio de un conflicto binacional (¿o debo llamarlo simple misunderstanding?) no puede viajar al municipio que está paralizando nuestra política exterior, ponerse la gorrita, envolverse en la bandera y saltar como la hinchada, diciendo que es una "causa nacional". Y una presidente que asume (me refiero a la  actual) no puede aprovechar su discurso inaugural para enrostrarle a un invitado (Tabaré) que lleva las de perder. Si ellos deberían golpearse el pecho, comenzando por Tabaré, nosotros tenemos que pegarnos con una piedra en el costillar. Y no fingir tanta santa indignación y pacifistas arrebatos…de paso ¿probamos la contaminación?



Nota bene: ¿y si ahora resultase que la renuncia a la política de Tabaré fuera en serio, aunque iba punteando en las encuestas para la reelección? ¡Yoruguas insolentes y desfachatados, pretendiendo dar una lección a los políticos nacionales y populares de esta banda, que se mueren y se matan por la re-re!  No sería hipótesis de conflicto, sería hipótesis de guerra, carajo...



El título recuerda una milonga de Osiris Rodríguez Castillos, claro. La foto recuerda...bueno, ya se sabe

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