miércoles, octubre 14, 2009


LA ERA DE LOS ABOGADOS




De Tom Wolfe sólo leí una novela -"La Hoguera de las Vanidades"- y bastó para que lo colocase junto con Gore Vidal y, un poco más allá, con John Kennedy O´Toole, entre los novelistas norteamericanos contemporáneos que bien me placen. Norman Mailer me pareció siempre un producto mediocre sobrevalorado por la intelligentsia comunoide, y Wolfe ganó aún más tantos en mi aprecio cuando leí su juicio lapidario acerca del autor de "Los Desnudos y los Muertos": sólo sabe escribir sobre sí mismo (como nuestro Sábato, por ejemplo). Wolfe, con su aire de dandy sureño, posee el don de la síntesis certera. A los 70 del siglo pasado los definió como la "década de la pornografía"; a los 80 como la del "dinero, la codicia y el yo" (the me decade), en cuanto a los 90, como de la "plutografía", esto es, el desnudo de los ricos y famosos para mostrarlos en su entorno kitsch, en sus caprichos y en sus berretines. Hace poco, hojeando en mi biblioteca el viejo ejemplar de "La Feria de las Vanidades", de Thackeray, cayó un amarillento recorte de "La Nación" del 24 de enero de 1999, donde Wolfe, preguntado sobre cómo llamaría a la primera década del tercer milenio, contestó:


"Creo que el mundo está buscando nuevas bases de moralidad. Desde que el dinero y la riqueza se largaron a reemplazar a Dios, se ha vuelto muy gris la frontera entre el bien y el mal, lo moral y lo inmoral. No es casual que el gran boom de esta década y, probablemente, de la que viene, sea el de los abogados, y no necesariamente porque sean parámetros de moralidad. Pero ante el olvido de los diez mandamientos o la carencia de otros puntos de referencia, la gente parece estar confiando en encontrar esos parámetros en la ley, los tribunales o el código penal".


Aviados estamos, palabra de abogado con cuarenta años de trajín.

2 comentarios:

destouches dijo...

Coincido con su apreciación. De Tom Wolfe son geniales Radical Chic (acá lo tradujeron como "La izquierda exquisita") y La Palabra Pintada. El primero relata una surrealista reunión que hubo en casa de Leonard Bernstein en la década del 70 entre miembros de la intelligensia neoyorquina de izquierda o "liberal" y los Panteras Negras. El segundo es un ensayo muy agudo e irónico sobre el arte moderno y su correspondiente negocio.

Luis dijo...

Voy a buscarlos ya. Gracias por la indicación, amigo Destouches