LATINOAMÉRICA A VUELO RASANTE
Creo que fue Borges el que dijo que la prensa se funda en la superstición de que todos los días pasa algo distinto. En los noticiarios de la tele y en las planas de los diarios queda demostrada irrebatiblemente aquella afirmación. Los presidentes progres de Latinoamérica (Correa, Morales, Kirchner) encuentran todos los días una torva conspiración contra la cual luchar. La última a la que debe hacerle frente el nuestro –el Sacristán- es la unos forajidos, los empleados del INDEC, que amenazan con sublevarle los índices de precios. ¡Ah, maulas! Lula, un hamletiano, no sabe si disfrazarse de progre avanzado y revolucionario o de progre reculativo y grondonescamente serio. Mientras tanto, al Brasil se le escapa la hegemonía de la región, a la cual parecía predestinado, sobre todo ahora que el lobo yanqui está muy ocupado en otra parte El resto, de Bachelet a Uribe, administra el desencanto. Tabaré, pobrecito, se parece cada día más a Tupac Amaru en proceso de descuartizamiento, tironeado entre los “asambleístas” gualeguaychescos y la oposición que no perdona. Y pensar que el conflicto por las pasteras empezó por simple angurria. El hombre rioplatense pierde por do más pecó, según habrían los viejos predicadores celosos de braguetas, sus adyacencias y concomitancias. En cuanto al Imperio, las noticias que nos llegan a este limes impreciso son siempre las mismas, aunque aumenta el número de muertos. El frente iraquí es el más grave. Confiesan que se libran allí cuatro guerras: la de los sunnitas desplazados contra los chiítas (127 masacrados en un zoco el otro día).; la de los chiítas que llenan las vacantes en la policía y el ejército; la de al-Qaeda, que ocupa una región entera y la de la específica resistencia saddamita. En Afganistán la cosa empeora porque los aliados europeos no quieren combatir y los talibanes, de acuerdo con una vieja historia que humilló en esas montañas a ingleses y rusos, vuelven por las suyas, mientras los pakistaníes, sabiendo que su frontera es una criba, proponen levantar un simbólico muro, para dejar del otro lado, sin cargos de conciencia, que se las campanee el Imperio y sus legiones. ¿Y Somalía? Parecía que con los etíopes habían arreglado las cosas, pero no. Los yihadistas siguen en el terreno. Allah se demuestra un gran Señor de los Ejércitos...irregulares. Y paso por alto el embrollo libanés, donde Hizbolá resulta imparable. Nada digo de la guerra civil intrapalestina. Ni de Israel, que espera su oportunidad para demostrar que lo del Líbano fue un mero contratiempo de Yavé invencible, un reculer pour mieux sauter. E Irán, que apresta la bomba, mientras nosotros creamos un casus belli judicial a medida...Gran huída hacia delante, Gran.
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