CUANDO MAURRAS TUVO RAZÓN...
Charles Maurras, entonces de 28 años, cubrió como reportero los primeros Juegos Olímpicos desarrollados en Atenas en 1896. Mientras el barón de Coubertin pensaba que allí se introducía un germen de pacifismo y cosmopolitismo, el provenzal (que a la sombra de la Acrópolis completó su admiración de la antigua paganía) escribió para su diario: "este internacionalismo no matará las patrias; más bien, las fortificará". El deporte como pacificador universal no tradujo en realidad el utópico impulso de Coubertin. Aquellos primeros Juegos fueron deficitarios, y esta aspectos se convirtió en crónico para sus sucesivas ediciones. Los gastos estimados nunca corresponden a la realidad cumplida y el COI remata las sedes al mejor postor bajo la mesa. El porcentaje de hinchazón entre los estimado y los realizado, para tomar los últimos años desde 1984, resulta escalofriante -aunque para nosotros, acostumbrados al sobreprecio en la obra público, nada podría asombrarnos demasiado. Sólo Los Ángeles, en 1984, no tuvo déficit (en el caso no había otros competidores para la designación de la sede, lo que fue buen ahorro). Los demás datos: Barcelona, en 1992: 32 % ; Sydney en 2000: 93 % ; Atenas en 2004: 109%; Londres en 2012: 127 % et Pékin en 2008: 1130 %!
¿Cuánto sobrepasarían lo presupuesto si transcurriesen en Buenos Aires?
domingo, agosto 07, 2016
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario