"La historia, en efecto, se reduce a una clasificación de policías; porque ¿de qué otra cosa trata el historiador sino de la concepción que los hombres se han hecho del gendarme a través de los tiempos?"
Émile Cioran, "Silogismos de la Amargura"
Los datos objetivos apuntan a un suicidio y la consideración general, comenzando por la propia cabeza del gobierno, apuntan a un asesinato. La muerte del fiscal especial Alberto Nisman, aunque duela decirlo, y cualquiera haya sido su perpetración, resulta un episodio marginal y anécdotico de una lucha donde todo vale y ninguna regla se respeta, a nivel mundial, entre quienes se disputan la apropiación, la partición y y el pastoreo, es decir, el Nomos del planeta, en el futuro. Los EE.UU., China, Rusia, Israel, Irán, los sunitas con Arabia Saudí a la cabeza, Afga-Paki, la India, son grandes espacios, que juegan, con diversa talla y cambiante suerte, en ese gran tablero -nuestro país es apenas un arrabal en la partida. Sin "códigos", diría Maradona, en un estado de excepción permanente que se ha llevado puesto. hace tiempo, el derecho (o utilizándolo a veces como otro brazo armado en la contienda), los servicios secretos y el obrar por izquierda encuentran para su desenvolvimiento una vía regia. Nuestros servicios nacionales, incapaces de rangos mínimos en cuanto a resultados de anticipación en defensa y seguridad, han terminado envueltos en una "interna" facciosa, que ha llevado a la implosión a la actual Secretaría de Inteligencia de la Presidencia de la Nación. Vieja historia si nos referimos a espías (una historia del espionaje en el Río de la Plata sería una empresa fascinante, en parte ya intentada), o a interceptaciones telefónicas (ya Polito Lugones le grababa las conversaciones a don Leopoldo), pero que, tratándose de "Icia", y especialmente interna, tiene como jalones los nombres y siglas Control de Estado, CIDE, SIDE, SI, AFI neonata y seguirá con otras, y nuevas internas, ya que la cita de Cioran del epígrafe puede reescribirse cambiando "policías" por "servicios". El que esté libre de pecado que tire el primer micrófono laser multidireccional.
Control de Estado (1946) -bajo control militar, funcionaba en la Rosada, con salida al Patio de las Palmeras -era para verificar la "lealtad". Control de Informaciones del Estado (CIDE), más tarde SIDE, que operaba paralelamente y terminó tragándose a la primera. Secretaría de Inteligencia del Estado -un tal Pérez Gris salió de allí para matar al comercialista Marcos Satanowsky y capturar las acciones de "La Razón", que nominalmente eran de la familia Peralta Ramos y en realidad del Comando en Jefe del Ejército, para citar casos viejos.
Raúl Alfonsín que tuvo durante sus seis años de gobierno tres Secretarios de Inteligencia: Roberto Pena (duró un año); Héctor Rossi -un ex Juez y titular del Servicio Penitenciario. Finalmente, hasta 1989, Facundo Suárez (padre). Entonces se compraron a Israel los últimos equipos de escucha telefónica y menudearon los agentes civiles salidos de sectores cercanos a la Coordinadora. (Existe una Escuela Nacional de Inteligencia que nunca fue relevante a la hora del enganche). El Informador Público, con los textos de Iglesias Rouco, era una de sus contrapartidas, en general con informes de personal desplazado que se volvía "inorgánico". Con Menem vino primero Juan Bautista Yofre, que trajo nuevamente a la Secretaría a militares desplazados por Pena. Yofre duró un año y vino Hugo Anzorregui. Entonces comienzan a ser conocidos los personajes internos que hoy son tapa de todos los diarios nacionales, de algunos internacionales y de los programas periodísticos de radio y televisión. A don Hugo le sucedió el gobierno de la Alianza y apareció primero un banquero con sueños de espía, Fernando de Santibáñez, que fue acompañado por un miembro prominente del entorno de De La Rúa y sus hijos, Darío Richarte, actual vicerrector de la UBA. Aquí continuaron enfrentamientos internos de baja intensidad con algunos picos de tensión y el 7 de febrero del año 2000 con una purga de 1.200 agentes. A llegada del justicialismo se produjeron dos hechos importantes. Con Rodriguez Saa y su Secretario de Inteligencia Sagesse, que duraron una semana, se pusieron en la cúpula los Directores generales que cesaron últimamente. El segundo hecho importante es que con Duhalde llegaron dos Secretarios, sucesivamente, Soria y Toma, puestos al frente de la ahora rebautizada SI.
Con la llegada de los Kichner llegaron, primero, el luego gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo, devenido enemigo, y después Icazuriaga, apenas una fachada pingüina, y su segundo Larcher. Cuando Gustavo Béliz, ministro de Seguridad, planteó que la alternativa era entre Stiuso, el factótotum, que manejaba políticos y tribunales, o él. Néstor Kirchner optó por lo seguro: el ingeniero. Ahora arribó Parrilli, luego de un descabezamiento que se llevó al personaje que estuvo con casi todos los anteriores: "Jaime" o "el ingeniero" Stiuso. Lo que no había podido hacer Gustavo Béliz, durante el kirchnerato, cuando planteó la disyuntiva entre el ingeniero factótum o él. Y entonces fue Stiuso, nomás.
Ahora se anuncia la AFI. Puede ser que más de lo mismo -sin "puede ser", casi seguro. Pero hace mal la ciega oposición en embestir contra el proyecto.
Podría contener una norma como ésta:
“Título II
Protección de los Derechos y Garantías de los habitantes de la Nación
ARTICULO 3° — El funcionamiento del Sistema de Inteligencia Nacional deberá ajustarse estrictamente a las previsiones contenidas en la primera parte Capítulos I y II de la Constitución Nacional y en las normas legales y reglamentarias vigentes.
ARTICULO 4° — Ningún organismo de inteligencia podrá:
1. Realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir, por sí, funciones policiales ni de investigación criminal, salvo ante requerimiento específico realizado por autoridad judicial competente en el marco de una causa concreta sometida a su jurisdicción, o que se encuentre, para ello, autorizado por ley.
2. Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción.
3. Influir de cualquier modo en la situación institucional, política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior, en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo.
4. Revelar o divulgar cualquier tipo de información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que mediare orden o dispensa judicial.
ARTICULO 5° — Las comunicaciones telefónicas, postales, de telégrafo o facsímil o cualquier otro sistema de envío de objetos o transmisión de imágenes, voces o paquetes de datos, así como cualquier tipo de información, archivos, registros y/o documentos privados o de entrada o lectura no autorizada o no accesible al público, son inviolables en todo el ámbito de la República Argentina, excepto cuando mediare orden o dispensa judicial en sentido contrario.”
Es de la actual ley vigente desde el 2001, nº 25520. El Congreso no hace las leyes, como dicen distraídos profesores de Derecho Constitucional, sino que las recibe hechas y el grueso, cuando puede, las incumple. Como en la referencia al derecho a la intimidad que cerraba aquella gran comedia sobre una interna de los servicios que fue "Alto, rubio, con un zapato negro", simplemente no tuvo oportunidad de cumplirse.
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