José Luis Álvarez Fermosel, "el caballero español", como lo bautizó radialmente Lani Hanglin, se nos fue este sábado 6 de junio, a llevar al otro barrio su planta, su fineza, su observación cálida del mundo y, especialmente, de esta Buenos Aires que tanto quiso y transitó. Fue una larga amistad con encuentros esporádicos, mostradores y mesas con los vinos de la tierra, una épica pelea entre él y el poeta Mario Capaccioni las vísperas de un fin de año lejano, con la consiguiente reconciliación posterior ya olvidados en amnesia tóxica los motivos de la pugna. Por aquellas veces, por aquellas palabras que dedicaste a algún libro mío, por tu acento y prestancia, vaya este recuerdo
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