viernes, octubre 29, 2010


YA VIENE EL CORTEJO, YA VIENE EL CORTEJO


Fatiga, agobio, lasitud, fastidio, hartura, hastío, embolamiento, taedium vitae...y taedium mortis. Sensaciones en acumulativo aumento a lo largo del mediático despliegue del funeral de Néstor. Ante la muerte, justamente, los medios no pueden guardar silencio, ni siquiera el del habitual minuto cortado a ojo. Un réquiem incesante salmodiado por noteros y coreado por la barra quilombera que desfila ante el cajón sellado a plomo. De vez en cuando, un solista en el desfile se manda su partecita destinada a los tres minutos de gloria en pantalla. No digo que contraten a un Zefirelli para estas grandes ocasiones, pero el lujo de morir en el caso de cadáveres exquisitos requiere por lo menos un buen director de escena y no la cámara boba que ejercitaron tanto los oficialistas como -¿sorpresa?- los del horrendo monopolio. ¿Será que el plasma logra volver poco seria hasta la muerte de los notables? Barrunto, sin embargo, que Péculo debe tener escenarios mejor preparados. Un fondo musical propicio, digo yo, de bandoneón y cello, por ejemplo, capaces de convertir un velorio en un éxito. Por lo menos, un poco de maña para hacer más creíble el desfile de "virtudes retroactivas" que nos enhebran los comentaristas, y más auténticos los pucheritos hipócritas de los enemigos íntimos que pasan al costado del ataúd para probarse las pilchas políticas del finado.

No hay comentarios.: