MAREA DE FERVOR
Una marea de fervor recorre la Argentina: nombrar y renombrar como Néstor Kirchner todas las calles, rincones y copas de leche a la mano. ¡Qué prestigio da morir! ¡Cómo se crece en las encuestas cuando se es finado! Claro que esta fervorosa manía de desnombrar y renombrar nestorianamente crea inconvenientes: por ejemplo, quedaron en Caleta Olivia eliminados los muertos del "Belgrano". Muertos dos veces, podría decirse. Nombrar siempre trae problemas con el gobierno, diputados, ONGs, etc. Hace muchos años, un intendente de un pueblito de San Juan se planteó el problema, cansado de tener que cambiar el nombre de la plaza principal con cada frecuente turno en la gobernación. Decidió, con el voto unánime del Concejo Deliberante, llamarla, de allí en adelante, "Plaza Gobernador Atual". Ah, si todo fuese tan fácil...pero "Muerto Atual" no va. Lo mejor es el sistema que allá por los años 50 del siglo pasado se le ocurrió al nicoleño Manuel Peyrou, gran cuentista hoy olvidado, y gran gorila, como se verá. Propuso que la palabra "calle" fuese reemplazada por la palabra "perón" y la palabra "avenida" por la palabra "perona". Apliquemos esta gorilada a nuestro muerto ilustre y a la no menos ilustre viuda en luna de miel (que, ay, se va acabando). Llamemos de ahora en adelante a las calles "kirchner" y a las avenidas "cristina". "Te espero en la kirchner Perón esquina la cristina Callao". Lástima que Mauri esté -el también- en luna de miel y no lea este blog.
P.S. Una movilización vecinal posterior logró que se devolviera el nombre original al tramo de la costanera en Caleta Olivia que había sido apresuradamente puesto bajo el manto de Néstor. Albricias
1 comentario:
Bueno, convengamos que a veces hay relación entre lo nombrado y la geografía. La Villa Carrillo (1 y 2, porque toda villa tiene secuela) es atravesada por la Avenida Cámpora, apañador del villerismo, corriente siempre antipática al peronismo histórico (luego denominado, en sus versiones más indulgentes, como "ortodoxo"), al punto que estos peronistas del minuto 44 del segundo tiempo (J.Asís dixit), saltaron con vehemencia cuando a algún otro peronista con alguna mayor foja de servicios se le ocurrió decir que era afrentoso: a) que existieran las villas; b) que hubiera gente vieja en las villas, ya que por lo menos antes eran un paso transitorio a un plano mejor, más civilizado, a través del trabajo, y hoy es un "orgullo", una "forma de vida".
El Parque Indoamericano fue poblado de una manera muy tradicional (asentamiento nómade y sin permiso) por unos cuantos ídem, aunque bien, en el paseo interior de ese parque, llamado "de los Derechos Humanos", cayeron varios muertos y más heridos por la nueva forma de DDHH, que consiste en hacerse el pavote, y encargar el (o mejor: confiar en el providencial) dirty work a las bandas de "soldados de fortuna" de Hinchadas Unidas Argentinas (kirchneristas explícitas, por lo menos, hasta la vuelta de Sudáfrica).
En fin, Néstor fue el general más anciano y más sabio que los griegos tuvieron en la Guerra de Troya, dos virtudes de las que careció su homónimo tan homenajeado. Asimismo, este último nació un 25 de febrero, el mismo día que el Libertador Don José de San Martín, y para completarla, justo un siglo después de su deceso (en el llamado "Año del Libertador"), y como una paradoja cruel, vino a hacer de este rincón del mundo lo opuesto a lo que tanto desveló al correntino y que lo apenó hasta la muerte: propender frenéticamente a la desunión de los argentinos.
Pero dejémonos de buscar casualidades, que no son más que coloridos ornamentos a una historia tan entretenida que no los necesita, y cerremos felicitándolo por la capacidad de síntesis, una virtud tan difícil como admirable.
Un cordial saludo.
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