CITAS AL PASAR
"Aplaza todo. Nunca debe hacerse hoy lo que puede dejarse de hacer también mañana. Ni siquiera es necesario hacer cosa alguna, ni mañana ni hoy". Fernando Pessoa, "El Libro del Desasosiego
El cristinato se sirve de esta humorada de Pessoa, tomándosela en serio. ¿Hay que cambiar el rumbo en el caso de las retenciones? Mantengámoslo con pequeñísimos toques al timón. Aguante contra la reacción, la desestabilización, la destituyencia. Aunque se caiga la autoridad a pedazos y vacilen los aliados y entren a dudar los cómplices. Después, veremos. De últimas, hay plata ahorrada. Ah, me olvidaba, es que estamos haciendo la revolución, cumpa...
"Hay órdenes que se pueden dar, pero que no se pueden cumplir". Así dice un caudillejo caribeño salido de un libro de Gabo, mientras manda fusilar a un lugarteniente que se empeñó en obedecer a ultranza sus demasías. También Cesar Borgia, el Valentino, le cortó la cabeza a Vitellozzo Vitelli y a Oliverotto da Fermo, sus verdugos, cuando le convino. Lean, pequeños kesbirros, lo que puede pasarles en caso de seguirlo al "loco" hasta la útima pirueta....
"Aplaza todo. Nunca debe hacerse hoy lo que puede dejarse de hacer también mañana. Ni siquiera es necesario hacer cosa alguna, ni mañana ni hoy". Fernando Pessoa, "El Libro del Desasosiego
El cristinato se sirve de esta humorada de Pessoa, tomándosela en serio. ¿Hay que cambiar el rumbo en el caso de las retenciones? Mantengámoslo con pequeñísimos toques al timón. Aguante contra la reacción, la desestabilización, la destituyencia. Aunque se caiga la autoridad a pedazos y vacilen los aliados y entren a dudar los cómplices. Después, veremos. De últimas, hay plata ahorrada. Ah, me olvidaba, es que estamos haciendo la revolución, cumpa...
"Hay órdenes que se pueden dar, pero que no se pueden cumplir". Así dice un caudillejo caribeño salido de un libro de Gabo, mientras manda fusilar a un lugarteniente que se empeñó en obedecer a ultranza sus demasías. También Cesar Borgia, el Valentino, le cortó la cabeza a Vitellozzo Vitelli y a Oliverotto da Fermo, sus verdugos, cuando le convino. Lean, pequeños kesbirros, lo que puede pasarles en caso de seguirlo al "loco" hasta la útima pirueta....
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