jueves, enero 19, 2006

La coherencia desquiciada del Sacristán de la progresía tiene sus pedisequos. El canciller Jorge Taiana niega a los uruguayos que los piquetes que suelen cortar los puentes internacionales sobre el río Uruguay afecten el libre tránsito en el Mercosur ya que -dijo nuestro Talleyrand subnormal- durante las operaciones piqueteriles permanecen abiertas las oficinas de Aduanas y Gendamería. La enorme minucia faltante es que nadie puede llegar allí, porque efectivos de la propia Gendarmería custodian la buena labor de los piquetes, grupos reducidos que refleja continuamente la televisión. Pero, eso sí, las oficinas de frontera están abiertas y a la espera de un público que no puede llegar. Brillante argumentación del acólito del Sacristán. El sueño de la razón no produce monstruos, en este caso, sino gargarismos asnales en boca diplomática.

No hay comentarios.: