sábado, enero 31, 2015

¿CAMBIAR "la" ICIA" O CAMBIAR "de" "ICIA?




"La historia, en efecto, se reduce a una clasificación de policías; porque ¿de qué otra cosa trata el historiador sino de la concepción que los hombres se han hecho del gendarme a través de los tiempos?"

Émile Cioran, "Silogismos de la Amargura"


Los datos objetivos apuntan a un suicidio y la consideración general, comenzando por la propia cabeza del gobierno, apuntan a un asesinato. La muerte del fiscal especial Alberto Nisman, aunque duela decirlo, y cualquiera haya sido su perpetración, resulta  un episodio marginal y anécdotico de una lucha donde todo vale y ninguna regla se respeta, a nivel mundial, entre quienes se disputan la apropiación, la partición y y el pastoreo, es decir, el Nomos del planeta, en el futuro. Los EE.UU., China, Rusia, Israel, Irán, los sunitas con Arabia Saudí a la cabeza, Afga-Paki, la India, son grandes espacios, que juegan, con diversa talla y cambiante suerte, en ese gran tablero -nuestro país es apenas un arrabal en la partida.  Sin "códigos", diría Maradona, en un estado de excepción permanente que se ha llevado puesto. hace tiempo, el derecho (o utilizándolo a veces como otro brazo armado en la contienda), los servicios secretos y el obrar por izquierda encuentran para su desenvolvimiento una vía regia. Nuestros servicios nacionales, incapaces de rangos mínimos en cuanto a resultados de anticipación en  defensa y seguridad, han terminado envueltos en una "interna" facciosa, que ha llevado a la implosión a  la actual Secretaría de Inteligencia de la Presidencia de la Nación. Vieja historia si nos referimos a espías (una historia del espionaje en el Río de la Plata sería una empresa fascinante, en parte ya intentada), o a interceptaciones telefónicas (ya Polito Lugones le grababa las conversaciones a don Leopoldo), pero que, tratándose de "Icia", y especialmente interna, tiene como jalones los nombres y siglas Control de Estado, CIDE, SIDE, SI, AFI neonata y seguirá con otras, y nuevas internas, ya que la cita de Cioran del epígrafe puede reescribirse cambiando "policías" por "servicios". El que esté libre de pecado que tire el primer micrófono laser multidireccional.

Control de Estado (1946) -bajo control militar, funcionaba en la Rosada, con salida al Patio de las Palmeras -era para verificar la "lealtad". Control de Informaciones del Estado (CIDE), más tarde SIDE, que operaba paralelamente y terminó tragándose a la primera. Secretaría de Inteligencia del Estado -un tal Pérez Gris salió de allí para matar al comercialista Marcos Satanowsky y capturar las acciones de "La Razón", que nominalmente eran de la familia Peralta Ramos y en realidad del Comando en Jefe del Ejército, para citar casos viejos.

Raúl Alfonsín que tuvo durante sus seis años de gobierno tres Secretarios de Inteligencia: Roberto Pena (duró un año); Héctor Rossi -un ex Juez y titular del Servicio Penitenciario.  Finalmente, hasta  1989, Facundo Suárez (padre). Entonces se compraron a Israel los últimos equipos de escucha telefónica y menudearon los agentes civiles salidos de sectores cercanos a la Coordinadora.  (Existe una Escuela Nacional de Inteligencia que nunca fue relevante a la hora del enganche). El Informador Público, con los textos de  Iglesias Rouco, era una de sus contrapartidas, en general con informes de personal desplazado que se volvía "inorgánico". Con Menem vino primero Juan Bautista Yofre, que trajo nuevamente a la Secretaría a  militares desplazados por Pena. Yofre duró un año y vino Hugo Anzorregui. Entonces comienzan a ser conocidos los personajes internos que hoy son tapa de todos los diarios nacionales, de algunos internacionales y de los programas periodísticos de radio y televisión. A don Hugo le sucedió el gobierno de la Alianza y apareció primero un banquero con sueños de espía, Fernando de Santibáñez, que fue acompañado por un miembro prominente del entorno de De La Rúa y sus hijos, Darío Richarte, actual vicerrector de la UBA. Aquí continuaron enfrentamientos internos de baja intensidad con algunos picos de tensión y el 7 de febrero del año 2000 con una purga de 1.200 agentes. A  llegada del justicialismo se produjeron dos hechos importantes. Con Rodriguez Saa y su Secretario de Inteligencia Sagesse, que duraron una semana, se pusieron en la cúpula los Directores generales que cesaron últimamente. El segundo hecho importante es que con Duhalde llegaron dos Secretarios, sucesivamente, Soria y Toma, puestos al frente de la ahora rebautizada SI.

Con la llegada de los Kichner llegaron, primero, el luego gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo, devenido enemigo, y después Icazuriaga, apenas una fachada pingüina, y su segundo Larcher. Cuando Gustavo Béliz, ministro de Seguridad, planteó que la alternativa era entre Stiuso, el factótotum, que manejaba políticos y tribunales, o él. Néstor Kirchner optó por lo seguro: el ingeniero.  Ahora arribó Parrilli, luego de  un descabezamiento que se llevó al personaje que estuvo con casi todos los anteriores:  "Jaime" o "el ingeniero" Stiuso. Lo que no había podido hacer Gustavo Béliz, durante el kirchnerato, cuando planteó la disyuntiva entre el ingeniero factótum o él. Y entonces fue Stiuso, nomás.

Ahora se anuncia la AFI. Puede ser que más de lo mismo -sin "puede ser", casi seguro. Pero hace mal la ciega oposición en embestir contra el proyecto.

Podría contener una norma como ésta:


“Título II
Protección de los Derechos y Garantías de los habitantes de la Nación
ARTICULO 3° — El funcionamiento del Sistema de Inteligencia Nacional deberá ajustarse estrictamente a las previsiones contenidas en la primera parte Capítulos I y II de la Constitución Nacional y en las normas legales y reglamentarias vigentes.
ARTICULO 4° — Ningún organismo de inteligencia podrá:
1. Realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir, por sí, funciones policiales ni de investigación criminal, salvo ante requerimiento específico realizado por autoridad judicial competente en el marco de una causa concreta sometida a su jurisdicción, o que se encuentre, para ello, autorizado por ley.
2. Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción.
3. Influir de cualquier modo en la situación institucional, política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior, en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo.
4. Revelar o divulgar cualquier tipo de información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que mediare orden o dispensa judicial.
ARTICULO 5° — Las comunicaciones telefónicas, postales, de telégrafo o facsímil o cualquier otro sistema de envío de objetos o transmisión de imágenes, voces o paquetes de datos, así como cualquier tipo de información, archivos, registros y/o documentos privados o de entrada o lectura no autorizada o no accesible al público, son inviolables en todo el ámbito de la República Argentina, excepto cuando mediare orden o dispensa judicial en sentido contrario.”

Es de la actual ley vigente desde el 2001, nº 25520. El Congreso no hace las leyes, como dicen distraídos profesores de Derecho Constitucional, sino que las recibe hechas y el grueso, cuando puede, las incumple. Como en la referencia al derecho a la intimidad que cerraba aquella gran comedia sobre una interna de los servicios que fue "Alto, rubio, con un zapato negro", simplemente no tuvo oportunidad de cumplirse.

domingo, enero 25, 2015

SOBRE LA VIOLENCIA Y LOS SACRIFICIO SOBRE ALTARES INÚTILES








Hace tiempo quería compartir con los seguidores de este blog un texto de Guido Ceronetti, escritor notable e inclasificable que en otros posts he mencionado. Me parece momento adecuado el de  la agitación y desnorteo que la muerte de Alberto Nisman ha creado entre nosotros. No aventuro hipótesis, pero, haya sido un asesinato disfrazado, una inducción al suicidio o el quitarse derechamente la vida,  el terrible episodio, más allá de sus alcances locales,  parece el resultado de una escaramuza, apenas un daño colateral en los enfrentamientos globales por el diseño del nuevo Nomos del planeta, que nos toma desprevenidos, en un grado  cero del pensamiento esclarecedor y con idéntico despiste de los actores nativos de uno y otro lado, preludio de nuevos sacrificios. Recordar el despunte de los 70...   


Con este luminoso `pensamiento termina el persuasivo libro de Colin Wilson "Order of Assasins"  (impropiamente traducido al italiano como "Filosofía de los Asesinos"):

"No se puede comprender la violencia de nuestra sociedad si no se tiene en cuenta que ella recala en el mismo impulso del que se originan el movimiento de Billy Graham, la expansión del ocultismo, el deseo de un nuevo mesías, gurú o führer.  Desprovisto de un horizonte de significados que sobrepase su existencia cotidiana, el hombre se llena de disgusto y odio, y en muchos casos pasa a la violencia. Y una sociedad que no sabe abrir vías para el desahogo de las pasiones ideales de los hombres, está pidiendo quedar reducida a los escombros de la violencia"

El libro de Wilson es de 1972: una buena colección de crímenes desde el Viejo de la Montaña al clan Manson.  En los años sucesivos, el homicidio y la violencia en Occidente como en Oriente han sobrepasado todo límite, al mismo tiempo que resulta cada vez más estrecha y más necia la capacidad de pensarlos, de encontrar una respuesta distinta a la idioteces del pensamiento único, que nos llega  en una cerrada falange de lugares comunes, en perfecta simetría con las emitidas por los dementes, los marginales, las hormigas pacíficas y las agresivas, y sus conductores.

Aunque en un tacho de basura  volcado, que vomita su fermento hasta entonces encerrado, hay algo de simbólico: los dogmas del pensamiento único dominante terminan allí de ese modo, las estupideces sobre el desarrollo y el estar en "vías de desarrollo", el grito de los pobres y de la pobreza que hay que hacer desaparecer del mundo, la democracia sanadora universal, los muertos que no era necesario que muriesen y los enfermos que debían todos sanar, los débitos colosales de los ajustes, el lenguaje de las soluciones inconducentes, de las recetas "buenistas", de lo fondos virtuales a repartir para todos, de las jubilaciones como el Fin último, todo es tacho de basura desparramado, inmundicia esparcida, venga ex alto o desde las columnas de los diarios, todo...

Sus dones se vomitan porque no hacen vivir. El mundo que así se ha plasmado es de una indecible fealdad. Las ciudades, desmesurado montón de almas desesperadas, son tumores malignos. ¿No recelan nunca que hay en todo esto algún  error de juicio o alguna fatalidad apremiante que no imaginaban?

"Lanterna Rossa", La Stampa, 23/07/2001

viernes, enero 09, 2015


SOBRE LA MATANZA EN PARÍS


¿Quién no ha sentido horror por la matanza y compasión por las víctimas y sus familiares? Pero la idea de que allí hubo un raid contra la libertad de prensa, o que los atacantes iban contra la república y la democracia es inaceptable: una idiotez pronunciada en medio de un drama. Hace años, cuando la fatuá de Jomeini contra Salman Rushdie por "Los Versículos Satánicos", Carlo Coccioli, un escritor italiano radicado en México, publicó un libro sobre el caso, un instant book requerido por su editor, titulado "La Sentencia del Ayatolá -el caso de "Los Versos Satánicos" y el problema de la religión ante el hombre actual". Hijo de un militar, habiendo pasado su niñez en la Cirenaica, durante el levantamiento de Omar El Mujtar (representado por Anthony Queen en "El León del Desierto", una gran película financiada por Gadaffi), doctor en Ciencias Orientales, especialista en el Islam, se empapó de la mentalidad musulmana desde muy temprano. Y Coccioli, a designio a contracorriente, lleva, además de la comprensión de la peripecia de Rushdie, una crítica muy fuerte contra éste, señalando que es la pérdida del sentido de lo sacro, que no significa confesión religiosa estricta, el vientre blando de la Europa Occidental, frente a su penetración por la creciente inmigración islámica. La escuela republicana, para bien o para mal,
 perdió su sentido unitivo, su carácter de religión cívica. El marxismo perdió dínamo, que era su escatología (Berdiaev o, entre nosotros, Carlos Astrada, habían marcado muy acertadamente ese rasgo) y las ideas de "patria" y "nación" se habían refugiado en xenofobias de barrio. Desde un sector fanático del Islam, sea chiíta o wahabita (y especialmente este último) se sentía la potencia de una respuesta que echaba mano a un arma, el martirio, no ya como literal testimonio personal sino como medio de llevarse consigo el mayor número de enemigos. La respuesta no es la libertad de expresión para carcajear sobre lo sacro. Desolé, mais je ne suis pas Charlie, como tomo de otro bloguero.  Paz a los muertos y toma de conciencia para los sobrevivientes
 
 
Rédigé par Pasquin le dans Humeur


Je ne suis pas Charlie !


Je ne suis pas Charlie : la liberté d’expression et la liberté de la presse ne sont pas le droit d’insulter, de mépriser, de blasphémer, de piétiner, de moquer la foi ou les valeurs des concitoyens, de prendre systématiquement de front les communautés musulmane ou chrétienne. « Un dessin est un fusil à un coup », disait Cabu.

Non je ne suis pas Charlie et nous étions choqués de voir Mahomet sous la forme d’une crotte enturbannée ou Benoît XVI sodomiser des enfants. Il ne s’agit pas de tolérance ou de libre-pensée : l’insulte est une violence. Je ne suis pas Charlie et je ne crois pas à l’union nationale décrétée par le Président de gauche. Ils se sont trompés depuis trente ans, ils sont en partie responsables de la situation actuelle. Je ne crois pas à leur capacité de lutte contre le terrorisme alors qu’ils détricotent chaque année la souveraineté du pays et sa capacité de défense et de justice.

Au mépris de la nation


Je ne suis pas Charlie et le Président se trompe encore en proposant les caricaturistes en héros nationaux, eux qui ont contribué à détruire le lien entre les communautés, méprisé le sens de la nation et caricaturé flics, gendarmes, militaires, eux qui ont fait du Français moyen un beauf. Des flics sont morts dans cette exécution sommaire alors qu’ils étaient caricaturés par ceux-là même qu’ils protégeaient. Je ne suis pas Charlie mais je suis Français et je vois mon pays sombrer dans l’horreur. J’entends des « Allah akbar » guerriers venant des banlieues et des politiques refuser de voir cette réalité. Pourtant Charlie est mort d’avoir minimisé les risques de l’islam radical. Vivant dans un pays chrétien ils ont cru pouvoir insulter sans risque. Je ne suis pas Charlie mais je suis chrétien. Je ne pense pas un instant qu’ils devaient mourir, ni qu’ils l’ont bien mérité. Paix à leur âme, et que Dieu les accueille, s’ils le veulent, dans sa miséricorde. Mais… je ne suis pas Charlie.