sábado, abril 18, 2009




EMBARGO, NO BLOQUEO


En su discurso en Trinidad-Tobago, lady Cri-Cri pidió el levantamiento del bloqueo a Cuba. "El bloqueo a la hermana Cuba es un anacronismo y pedimos su levantamiento", reclamó a Obama, dice Clarín. Pero Cuba, la hermanita perdida y medio jinetera ella, cuando no se dedica a revolucionar, no está bloqueada, sino embargada por los EE.UU. El embargo, como medida de retorsión política, es la interdicción del comercio de exportación hacia el país afectado. El bloqueo, medida bélica, es la interrupción total del comercio marítimo y aéreo que se dirige a un país enemigo, a través de naves y aeronaves del bloqueante. Napoleón impuso el bloqueo continental a Inglaterra en 1805 y nosotros sufrimos un bloqueo francés en 1838, cuando el jefe de la escuadra, almirante Leblanc, dirigió un ultimatum al Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación, Juan Manuel de Rosas. Se levantó en 1840 (convención Mackau-Arana, luego de una mediación inglesa). En 1845, las escuadras británica y francesa impusieron un nuevo y rigurosos bloqueo. Intentaron luego el paso por el Paraná y se produjo, el 20 de noviembre, el forzamiento de las cadenas tendidas en el recodo de la Vuelta de Obligado. En 1850 quedaron resueltas con honor, a través de dos convenciones entre los países involucrados, las injustas pretensiones europeas. Sin llorar la carta.


Confundir embargo con bloqueo, algo muy del gusto de la momia de La Habana, es una astucia cubana, en todo caso. Pero que la nuestra la recoja es ignorancia, y ya no sofisticada, como a veces intenta con éxito.